Ley Arizona: el rock como protesta

Esta semana entra en vigor. Se llama Arizona SB1070, una ley que convierte en delito la inmigración ilegal en ese estado. En la práctica, un policía podrá detener a cualquier sospechoso de inmigrante para interrogarlo y exigirle su documentación.

Aprobada por el 70% del electorado de Arizona, sus partidarios alegan que se limita a aplicar la legislación federal existente, además de que los desplazamientos hacia Estados Unidos no son responsabilidad de esa nación, sino de los países de origen donde los gobiernos no ofrecen oportunidades para su población.

Apenas el mes pasado, la gobernadora Jan Brewer -quien firmó la iniciativa en abril- sostenía que sólo una minoría de ilegales entran al estado para buscar empleo, mientras que el resto se encuentra involucrado en delitos como el narcotráfico.

Para los opositores a la ley, en cambio, equiparar a un foráneo sin papeles con un criminal es un error, ya que fomenta la discriminación y la violación de los derechos humanos. Organizaciones civiles hablan incluso de racismo, tal como publicó EL UNIVERSAL en su nota del pasado lunes 26 de julio.

"Las familias serían separadas y el extranjero que sea forzado a regresar a su país de origen perdería todos sus bienes" advirtieron junto a líderes migrantes y grupos defensores. "México no está preparado para enfrentar esta situación y, ni siquiera, se conoce un plan de contingencia", coincidieron con expertos.

Como medida de resistencia, afectados como críticos promovieron un boicot contra el estado fronterizo, mismo que contempló desde resistirse a comprar productos, hasta cancelar toda actividad turística. Los deportistas también reaccionaron, tal como algunos beisbolistas de Grandes Ligas reacios a jugar en Phoenix.

Los músicos no tardaron en manifestarse, primero en tierras mexicanas, como cuando Julieta Venegas, Andrea Echeverri y tal vez uno que otro oportunista, se manifestaron en contra de la ley en los diferentes escenarios del festival Vive Latino.

O bien ese 16 de mayo en la plancha del Zócalo, cuando bandas como Molotov y Maldita Vecindad -a ritmo de "Frijolero" y "Mojado"- cantaron contra la ley gracias a un lluvioso masivo, propuesto al gobierno del DF por los jóvenes de "Prepa Sí".

"Algunos llegaron puntuales para escuchar el pronunciamiento de las autoridades (...) otros simplemente preguntaban por Molotov, Jaguares o sus grupos preferidos", narró la reportera Mónica Archundia en su crónica para EL UNIVERSAL.

Ya luego en tierras gringas, mientras que Enrique Bunbury interpretaba "El Extranjero" para los mexicanos en Atlanta, el vocalista de Rage Against the Machine, Zack de la Rocha, invitaba a cada vez más artistas internacionales a su "The Sound Strike", otra iniciativa de boicot para no tocar en Arizona.


Rage Against the... Arizona Law

No es la primera vez que Zack de la Rocha se solidariza con luchas sociales. Cuando el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas en 1994, viajó hasta Chiapas junto con sus compañeros de Rage Against the Machine.

Fue desde mayo del presente año, cuando lanzó su convocatoria para que bandas musicales se unieran a la causa de impedir la ejecución de la Ley Arizona, primero reuniendo sus firmas y luego cancelando conciertos en ese estado.

Entre los firmantes figuran los nombres, nada más y nada menos, que de Cypress Hill, Cafe Tacvba, Joe Satriani, Ozomatli, Massive Attack, Sonic Youth, Tenacious D, My Morning Jacket y Nine Inch Nails.

La lista la completan artistas como Juanes, Los Tigres del Norte, Kanye West, Calle 13, Serj Tankian, Micheal Moore, Sabertooth Tigre, One Day as a Lion, Spank Rock, Maroon 5, Gogol Bordello, Ben Harper, Ry Cooder, Pitbull, Steve Earle, Billy Bragg, Anti-Flag, Throwing Muses, State Radio, Aztlan Underground y DJ Spooky, algunos ajenos al rock como podemos observar, e incluso al arte musical.

En el comunicado dado a conocer a los medios de comunicación, la iniciativa denominada The Sound Strike -algo así como "huelga del sonido"- menciona que "algunos de nosotros tuvimos malas experiencias con el perfil racial, pero la ley SB1070 lleva este abuso a otro nivel" y advierte que "si otros estados siguen los pasos de Arizona, podríamos ver un país retrocedido".

Y sentencia: "nosotros no vamos a obedecer esta ley; nosotros los músicos no tocaremos en Arizona ¡vamos a boicotear a Arizona!".

Apenas el pasado viernes 25 de julio, De la Rocha organizó en California el festival The Sound Strike, con el músico Conor Oberst como copatrocinador. Algunas de las bandas antes mencionadas participaron en el concierto.

El mismo Oberst -mejor conocido como Bright Eyes- no sólo se opuso de manera verbal a la SB1070, también grabó una canción de protesta llamada "Coyote Song" sobre un amor separado por la frontera.

De igual forma, el legendario grupo de hip-hop Public Enemy, lanzó su propio tema titulado "Tear Down the Wall", en donde compara la próxima revisión de inmigrantes con los controles fronterizos de la vieja Gestapo de Hitler.


Arizona-México, el intercambio musical

Aunque su ascendencia no deja de ser mexicana, el rock de los migrantes -o de los hijos de migrantes- no se llega a reconocer del todo en su país de origen. Decidieron vivir en el Estados Unidos por diversas razones, principalmente económicas, y fue allá donde desarrollaron una música alimentada por la mezcla de dos culturas.

Recordemos a la familia Valenzuela que de México viajaría a Los Ángeles donde nacería Ricardo, conocido después como Ritchie Valens, responsable de salpicar con rock a "La Bamba" y "La Malagueña". Tampoco olvidemos a Santana, guitarrista tapatío radicado en San Francisco que electrificó ritmos afroantillanos en "Oye como va" y "Black Magic Woman".

En parte latina y en parte estadounidense, esta música que también podríamos llamar como rock chicano tuvo otros exponentes en los años sesenta y setenta, desde Lalo Guerrero hasta Trini López, aunque mención aparte merecen Los Lobos, banda en cuya propuesta se combinan el country, rhythm and blues y rockabilly con la música ranchera, boleros y sones jarochos o huastecos.

También Tito & Tarántula, famosos por sus composiciones para las películas de Robert Rodríguez. Un caso particular es Ozomatli, agrupación que inició su carrera en la frontera de San Diego y Tijuana, con una alineación caracterizada por su diversidad racial. Faltaría asimismo Pastilla y un sinfín de ejemplos más.

Pero de origen meramente estadounidense, y más aún provenientes de Arizona, encontramos a respetadas agrupaciones como Alice Cooper, pioneros del glam metal, o más recientemente Calexico (recordar post Rock con Mariachi).

Nacidos en Tucson, Joey Burns y John Convertino lideran este experimento que fusiona el rock alternativo con el alt country, ya con cinco discos bajo el brazo, donde lo mismo se escuchan guitarras y bajos que trompetas y guitarrones.

Por cierto que Calexico, Jimmy Eat World y otros músicos originarios de Arizona, han formado una comunidad de nombre "Artists for Action", con la idea de protestar contra la Ley SB1070 con conciertos en su propio estado.

Cabe recordar que el rock no es propiamente música de protesta. En la práctica, las líricas que persiguen algún interés político no son la mayoría. Sin embargo, por su naturaleza rebelde, en distintas décadas el género se ha convertido en un canal de expresión para demandar justicia e igualdad social.

En su momento lo intentaron Bob Dylan, John Lennon, Marvin Gaye, Aretha Franklin, James Brown, Bob Marley, Sex Pistols, The Clash, Public Enemy, Sepultura, Brujería, El Tri, Charly García, Santa Sabina, System of a Down, entre muchos otros.

Ahora el rock and roll moderno, pese a sus falencias y contradicciones en el siglo XXI, tiene otra oportunidad con el caso Arizona. La historia juzgará si cumplió las expectativas.

Fuente: El Universal México

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