Mis discos favoritos de 2010

Otro año llega a su fin y, una vez más, toca hacer balance y elaborar esas típicas listas con lo mejor y lo peor de estos últimos doce meses. Yo no iba a ser menos y a continuación me dispongo a contaros cuales han sido mis discos favoritos de 2010 (los peores prefiero ahorrármelos).

- “Las Consecuencias”, de Enrique Bunbury:
No es un secreto para nadie que Enrique Bunbury salió fortalecido de la gloriosa gira de retorno (y despedida) de Héroes del Silencio en 2007. La prueba de ello es el álbum que editó inmediatamente después, el genial “Hellville De Luxe”, que nos devolvió al Bunbury más pletórico y rockero. Tan sólo un año después, el maño nos sorprendió con otro nuevo disco, esta vez más acústico e intimista, y de nuevo volvió a dar en el clavo. A diferencia de la accesibilidad de su trabajo anterior, “Las Consecuencias” es un álbum más maduro y oscuro, de los que necesitan varias escuchas para poder entrar en él. Los 10 temas que lo componen, envueltos en una producción sobria y elegante, no son el tipo de música que pincharías en una fiesta, ni tampoco puede decirse que sean carne de radiofórmula, sin embargo son de lo mejor que ha salido de la pluma del aragonés, cuyo talento como compositor e intérprete mejora con los años. Se trata de un disco repleto de matices, al que es necesario prestarle atención para poder saborearlo como es debido. En definitiva, la reafirmación de que Enrique Bunbury, amado u odiado, es una de las figuras más grandes de nuestra música.

Durante esta década, el ex-líder de The Police ha dejado un poco aparcada su faceta de compositor y se ha dedicado a desarrollar su faceta como cantante, reinterpretando viejas canciones propias y ajenas (su último álbum con material original, “Sacred Love”, data de 2003). En julio de este año publicó “Symphonicities”, un disco en el que reinterpretaba en plan sinfónico algunos de sus temas más conocidos, tanto de su carrera en solitario como de Police, junto a la Royal Philharmonic Orchestra de Londres. No es el primer artista que hace esto, ni mucho menos, y esta jugada sonaba a excusa para sacar tajada tirando de los éxitos de siempre, sin embargo el resultado es mucho mejor de lo que uno cabría imaginar, hasta el punto de que ha conseguido superar las versiones originales de varias de sus propias canciones (“Englishman in New York” es un buen ejemplo). Los nuevos arreglos son una auténtica delicia para los oídos y la voz de Sting está mejor que nunca a sus 59 años. Un disco sinfónico ideal para los que no les suele gustar la música clásica.

-“Hurley”, de Weezer:
Este año, la banda californiana ha abandonado su discográfica de siempre, Geffen, para fichar por la independiente Epitaph, con la que ha editado su nuevo disco, “Hurley”. Quizá por la libertad que proporciona el estar en un sello más pequeño, este álbum suena más directo y auténtico que sus últimos lanzamientos con la multinacional. En parte, se recupera el sentimiento y el sonido de sus dos primeros y excelentes discos, aunque, claro, ha pasado algún tiempo desde aquello y eso también se deja notar en algunos de los nuevos temas, en los que pueden escucharse teclados y arreglos electrónicos. Rivers Cuomo vuelve a demostrar que es uno de los mejores y más prolíficos compositores de pop-rock de la actualidad, aunque en esta ocasión (y al igual que en su trabajo anterior) ha decidido compartir créditos con otros autores como Ryan Adams o Tony Kanal (No Doubt), seguramente para encontrar un enfoque diferente. Como curiosidad, el actor Michael Cera (“Supersalidos”, “Scott Pilgrim contra el mundo”) toca la mandolina y hace coros en el tema “Hang On”. En resumen, 10 canciones de power-pop estupendas para alegrar el ánimo en cualquier momento.

-“Country & Western”, de Siniestro Total:
A estas alturas, Julián Hernández y los suyos no necesitan sacar nuevos discos, ya que podrían sobrevivir perfectamente interpretando en directo todos sus viejos clásicos, sin embargo la banda gallega todavía tiene mucho que ofrecer, y este último álbum es una prueba de ello. De entrada, “Country & Western”, grabado en Houston (Texas), es el disco con mejor sonido de toda la historia del grupo (la batería y las guitarras suenan espectaculares). En cuanto a las canciones, lo que en principio iba a ser un trabajo de puro country, idea que la banda desechó rápidamente, se ha convertido en un estupendo disco de rock and roll con esas descacharrantes y surrealistas letras marca de la casa.

Actualmente, en la primera parte de sus conciertos, interpretan el álbum al completo, lo que demuestra que éste no tiene el más mínimo desperdicio. Lejos queda ya el destartalado punk dadaísta de sus inicios, los Siniestro Total del siglo XXI suenan más potentes que nunca.

Aunque podría destacar otros discos reseñables, son principalmente estos cuatro los que mejor impresión me han dado de todos los que he escuchado este año. De cara al 2011, se presenta un buen puñado de novedades a las que ya estoy deseando ponerle la oreja, pero de eso ya hablaremos en otro momento.

Texto: Guillermo Navalón
Fuente: DiariosigloXXI.com

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